domingo, 28 de noviembre de 2010

Sobre la percepción de género.

Leí, de manera muy vaga en un dominical, los hechos referidos a la violencia de género. Ente mi corta lectura logré vislumbrar la palabra denuncia que despertó gran interés en mí. También escuché en una radio local un pequeño foro sobre infidelidad y tasa de infedildad de acuerdo al género. Justamente, estos estudios me hacen recordar al feminismo y aquellos problemas de género que muchas personas dan cuenta como una lucha constante.

Podríamos pensar, para comenzar, que es aquella palabra que identifica -que habla de identidad- la que causa tanto problema. Es precisamente las implicaciones de ser en cierto sentido tal ente antitético hacia otro ente. Los análisis relacionados con este problema no versan sobre la diferencia misma -la noción de género- sino que tratan de definir y dar cuenta del contenido de cada ente-es decir, de qué es hombre o de qué es mujer- para respetar el incremento de la diferencia en términos de tolerancia e igualdad.

Pensaré, entonces, que estos dos términos. El primero da cuenta de un respeto por la diferencia, es decir, dar cuenta del contenido de cada ente y respetarlo como tal. Luego, hay una referencia a a igualdad de posibilidades de entes diferentes: se establece una identidad de posibilidad para contenidos diferentes. Se aboga por un trato igualitario en lo que se cree diferente. Nos dan diferencia y esperan que sean iguales. El análisis de contenido desenvuelve a dos entes diferentes hacia cualquier posibilidad (es decir, que al existir indeterminación del futuro, ellos podrán elegir para sí mismos cualquer determinación; esto es la igualdad) cuando ya tienen determinación previa que les da una relación de diferencia.

Ahora bien, ¿cómo puede un rol que adjudica una esencia al sujeto no determinarlo hacia su posibilidad? me parece un absurdo plantear igualdad y tolerancia en una concepción tal de género. La percepción se destruye a sí misma. El dar cuenta de los géneros es una identidad que otorga diferencia frente a lo otro.

La campaña del Ministerio de la Mujer tiene como slogan "el silencio mata". Y, sí, estoy de acuerdo con que el silencio mata, pero esa no es ninguna cuestión de género. En cierto sentido, la institución es absurda. Pero no lo es en sentido estricto. La percepción de género ya está dentro de la sociedad, las personas ya han asumido un rol, un sentido de vida coherente con su esencia que es una interpretación del rol del cual se genera una identidad que puedes tener más diferencias con su otredad o menos diferencias con la otredad, pero, al fin y al cabo, existe la diferencia. En este sentido, la instauración de dicho ministerio obedece a una coherencia con la concepción del mundo más general.

En el sentido que da cuenta de igualdad y tolerancia es una institución absurda. Más que eso, la concepción, como dije, es absurda. Y es que la concepción da cuenta una relación antitética que convierte a estos dos entes en fuerzas. Las fuerzas se aniquilan entre sí y suponen un rol de lucha constante de reafirmar la diferencia: entran a un estado en el cual se define el uno en función de su participación como agente diferente de otro.

Entonces, un análisis que dé cuenta de esto, como el que pretendo, puede ir hacia la diferencia misma, y es eso lo que haré. Pero esta no es una diferencia cualquiera: es aquella que define dos tipos de ser humano. Esta diferencia genera dos identidades nuevas que ya no se distinguen por ser ambas diferentes de los demás seres vivos sino como seres humanos diferentes con atributos diversos que los separan. Esto me hace recordar a cómo nosotros podemos definirnos como mejores que los animales por ciertos caracteres, incluso, se institucionaliza por medio de jurisdicciones que condenan la muerte de un humano pero no la de un animal. Si se establece una jerarquía en aquella diferencia, ¿por qué no habría de establecerse en el género? El problema con esta diferencia es que la jerarquía es difusa, como dije, está en constante lucha.

Lo que pretendo y la sospecha que tengo es que la identidad que se plantea acá es aquella que, como en la nobleza, disuelve al sujeto mismo y lo hace parte de una identidad. Es aquel deseo tanto de una comprensión más fácil del mundo como de formar parte de una identidad superior. La razón se mezcla con los deseos de ganar.

La diferencia que propongo es, pues, una diferencia de sujetos, es decir, una subjetividad latente en el cual es importante cada ser humano y los juegos identitarios que lo componen como conciencia de sí. Reconocer la posibilidad de cada ser humano como determinación cambiante, como cambio dependiente de la interpretación de cada conciencia. El silencio mata, sí, por eso es que necesitamos conocernos, reinterpretar la concepción que tenemos sobre como adquirimos la conciencia sobre nosotros mismos. El conocerse a uno como una praxis perenne que escape de estos juegos identitarios de la generalización: salir del género para no perdernos en una lucha tácita que no acabará nunca.

lunes, 8 de noviembre de 2010

¿Qué es la nobleza?

La pregunta no es vaga a pesar de que siempre la consideré vaga. Y es que esta pregunta sonó con un gran eco en Nietzsche, invadió toda mi moral, atacó mi propia determinación de “bueno”. Tal vez, es por acá donde debo empezar. La nobleza es… ¿es qué cosa?, ¿es acaso una cosa? La nobleza da cuenta de una identidad, creo que es ese el punto más importante. La nobleza es un atributo de una persona o un grupo de personas, aunque también se identifica en animales, se les “humaniza”. Ergo, la nobleza tiene una acción que hace al atributo serlo, es decir, que existirá una praxis que pueda identificar un sujeto con el adjetivo “noble”. De esto se deduce que la “nobleza” es eminentemente política, da cuenta de un modo de actuar.

La nobleza no está aislada a una praxis, se contrapone a una acción. Creo que este atributo siempre se establece en contraposición de lo otro. Pero habría un cierto entendimiento de sí que daría cuenta de la praxis misma. Pienso que es una acción que vela por los demás o por el otro la que se considerará noble. Es una acción de consideración. En este sentido, la acción podría determinar una práctica que ayude a la convivencia. Ahora bien, de acuerdo a esta práctica de consideración, se determina toda una política. Existirán, pues, acciones que consideren al otro, que tomen en cuenta al otro. Ahora bien, la nobleza se ha desviado de la consideración al otro a la praxis donde solamente existe el otro en gloria del altruista. Es más, creo que la nobleza no es consideración. Lo noble es sólo idéntico a esta segunda praxis –la altruista– que se dice que se desvive por todos los demás, a favor un bien común. Esta práctica es aquella política en la cual quien es noble se difumina, ya no existe como sujeto, y sólo está el bien común.

La sospecha es, entonces, que la nobleza oculta ciertos sentimientos al difuminarse el sujeto, puesto que el sujeto ya no importa sino solamente su praxis noble. La praxis noble distrae al sujeto, los demás lo apremian, no lo cuestionan ni lo obligan a cuestionarse. El sujeto permanece tranquilo, difuso en su práctica. Ya Nietzsche pensará en la generación de sistemas a partir de este psicologismo, fundamento hueco, es decir, fundamento que no tiene nada que ver con el que se adjudican.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Qué es la crítica?

Cuando pienso en crítica recuerdo el imperativo, el cliché del espíritu crítico. También, con este título, recuerdo el artículo de Foucault, pero no es ese el tema. Creo que hay una división de conceptos de crítica: uno lógico y el otro ilógico intuitivo. Hablaré primero del más conocido, del más usado, que es el espíritu crítico lógico.

Los argumentos que a diario escuchamos para defender tal o tal punto de vista pueden, o no, convencernos. El espírtu crítico, en este contexto, se refiere a buscar proposiciones que refuten o consoliden al argumento. Defino acá al espíritu crítico como aquel que ve un argumento y se refiere a la lógica para confirmar, primero, si es válido, y, en segundo lugar, para confirmar si es verdad: ¿tienen sentido el enunciado y sus premisas?.

Este espíritu crítico lógico es aquel que es impulsado: la desconfianza de cualquier argumento. Esto impulsa a la investigación, a la búsqueda de conocimiento de la manera lineal o no lineal. Me refiero a que así creamos que hay ciertas cosas que deben ser conocidas o no creamos esto, la lógica es el medio que define a esta forma de crítica usada por la mayoría.

Ahora bien, me parece que existe otro tipo de crítica, una crítica que no sé por quién es usada y que espero que sea usada por mí. Hablo ahora de la intuición de que existe siempre otro enfoque, existe algo que sería inexistente. Creo que hasta ahora es ininteligible este otro tipo de crítica, pero lo explicaré.

Me parece que cuando alguien dice algo, sea lo que fuere, eso dicho puede ser visto de muchas formas, me refiero a la exégesis producida apartir de lo dicho. Esta interpretación de lo dicho es una forma de análisis específica con un contenido diverso pero con una forma analítica. Este análisis formado a partir del argumento expuesto puede testear lo dicho de alguna u otra forma, dar un criterio de verdad que someta a prueba lo dicho.

La crítica que me gusta pensar es aquella que piensa que aunque el análisis sea el más autentificado, el más acreditado, el más lógico, etc. este sea aún un camino posible. Es una crítica que no se impresiona de los razonamientos bellos, de las estructuras y contenidos más sorprendentes. Esta crítica da cuenta de la posibilidad absoluta, de que la existencia e inexistencia de la verdad está allí, que existe y no existe verdad. Es una no-lucha, es una suerte de metaverdad, se asemeja al nihilismo sin serlo y es más placentera. Creo que es el mirar qué es lo que hay y pretender que siempre hay otra forma de ver aquello dicho: es una actitud que supone la intuición de que lo dicho puede ser interpretado infinitas veces.

Nótese el corte postmoderno de estos pequeños párrafos. Creo que en cuanto al Qu'est-ce que la critique? de Foucault, este artículo se parece en la pretensión de ser un metaestudio.

Fe de erratas: Este artículo es muy parecido a al concepción foucaultiana de crítica. Aunque pretende no serlo, esta visión se vio mezclada en la influencia foucaultiana.

sábado, 1 de agosto de 2009

La perspectiva y la conciencia

Hace mucho tiempo no escribo nada en este blog. Lo haré ahora que los sentimientos están a flote, aunque esto no significa que hable de mis sentimientos. Este blog lo he creado para dar teorías. Teorizar es un ejercicio que me hace descargar, hace que me sienta mejor. Bueno, entonces, comenzaré.

Una idea que ha movido mi mente hace unos días es la propia (o, tal vez, no tan propia) teoría de los mundos, junto con el perspectivismo y la noción de ser que se desprende del mismo. Explicaré cada uno de estos conceptos (mi concepción de ellos) y luego proseguiré a relacionarlos. Trataré de no dar un juicio en cuanto a lo que deba adoptarse. Tampoco deseo que se vea esta teoría como algo falsable o no, dejar los juicios de lado (aunque, ahora que manifiesto mi voluntad, esto probablemente también es un juicio).

En cuanto a la teoría de los mundos, ésta no ha sido desarrollada a plenitud. Incluso espero recordarla conforme escribo. Esto refiere a que cada persona tiene un mundo, el suyo propio, el que no comparte con nadie, en primera instancia. Según esto hay tipos de relaciones. Aunque, primero vayamos a la definición de mundo, una más extensa. Un mundo es a lo que el ser está acostumbrado, con lo que se siente cómodo para relacionarse, con lo que le incomóda, con lo que valora o desvaloriza. Es su mundo porque es a lo que está acostumbrado, es el conjunto de entendimiento y sentimientos hacia lo que se relaciona con esa persona. Ahora, supongamos que cada uno tiene este mar de conceptos y de sentimientos acerca de lo que se relaciona con él... ¿Cómo son las relaciones con otras personas cuando se habla del mundo? Veo en este caso un choque de ideas, ideas que se muestran contrarias o, mejor dicho, no idénticas. Pugnan en un conflicto cuando pasan a la inidentidad. Entonces, para evitar esto, se crean otros mundos que pueden ser entre personas afines o personas que sólo se entiendan. También se crea la moral como forma de homogenizar los mundos y eliminar los conflictos. Hay varias formas de atenuar estos conflictos para que las personas se relacionen. La exitencia de estos mundos dan cuenta que las personas siente su mundo de una determinada manera, diferente a otras.

Ahora, desarrollaré el punto de las perspectivas. Una perspectiva es, según el Dr. Goleman, selección. Este punto lo he desarrollado en una entrada anterior y lo desarrollaré ahora poniendo elementos de mi parte. Si percibir un objeto es solamente percibir lo que queremos,es decir, seleccionar según nuestra voluntad; entonces el objeto percibido obedece a patrones sentimentales. Este es un punto discutible, pero me parece que la voluntad obedece a sentimientos. Estos sentimientos son manifestados en valores, en juicios de valor. Los sentimientos que uno tiene hacia algo les da un valor. Se supone que lo que causa dolor tiene un menor valor y lo que causa placer tiene más valor. Una visión como la relataría Hobbes de acuerdo al motor placer-dolor. Pero parece ser que hay más. Lo que a una persona le parece doloroso o que le da placer es heterogéneo, es decir, puede qué haya una opinión unánime sobre algo doloroso, y es precisamente por eso que cuando alguien no obedece la regla es tratado de freak (palabra que adoro usar). Esto daría un paso en contra de la generalización: hace a las perspectivas, heterogéneas. Según esto se desprende el concepto de ser.

"Los individuos se componen de dos yo: el yo observado por los demás y el que se observa a sí mismo" Ésta es una cita textual de lo dicho en Evangelion un anime de 1995 en el capítulo 17. Esa idea fue la que me movió la cabeza, la que traté de entender y darle una forma que no sea igual, que sea mía. En esto veo un nacimiento del ser a partir de la percepción de cada persona. El ser podría nacer cuando se es observado, la conciencia de algo crea un ser. Esto lo digo porque si nadie tuviera conciencia de ese ser este no existiría. Esto lo digo suponiendo que no sabemos si los animales tienen o no conciencia alguna sobre algo. ¿Seríamos algo si no tuvieramos conciencia de serlo? ¿existiría lo demás si no fuéramos concientes de eso?

Entonces, los mundos que digo son la conciencia, toda nuestra existencia y la de lo demás trata sobre valorar lo que somos concientes. La perspectiva es el modo en que se ve algo, el modo en que queremos que exista algo. Tomar conciencia de las cosas hace que existan y se configuran en nuestro mundo, el que construimos cuando tomamos conciencia de diversas cosas, valorando cada una en forma de delimitar nuestro mundo, en forma de cuidar nuestros sentimientos.

Creo que estoy dejando de lado la percepción de los hechos... Me pregunto si se acoplan a esta teoría o, más bien, es necesaria otra teoría para poder dar cuenta de los mismos.

domingo, 15 de marzo de 2009

Désespéré, mais tranquille

"Cuando alguien es herido emocionalmente, inmediatamente crea barreras de defensa, sea cual sea, pero las crea, las personas se separan. La persona ofensora no es, probablemente, alguien que quiso hacerlo para herir al otro, ese infringir dolor puede obedecer a diversos factores no personales, el atacante no es en sí malvado, no en sí tiene algo en contra del ofendido, son factores externos. Pasado el conflicto la persona ofendida creará mecanismos para que tal dolor emocional no vuelva a suceder, controlando sus actos para que eso no ocurra de nuevo: puedes ser hostil al ofensor, complaciente al ofensor (tratar de no hacerlo enojar), indiferente al ofensor, etc. Incluso si la persona ofendida se diera cuenta que no fue un ataque personal y casi nunca hay posibilidad que esa ofensa pase, prefiere acatarse a sus medidas de protección porque el miedo, en ese momento, crece a partir de lo que pasó y se desea intensamente que tal evento no vuelva a ocurrir"

Esta cita ci-dessous es un pensamiento que concreté cuando fui, justamente, herido emocionalmente: nada mejor que el momento fresco para dar rienda suelta al entendimiento de ti mismo, de tus pensamientos. Pero, esto es sólo bocetos, sólo proyectos para lo que puede ser desarrollado en manera más o menos amplia. Y la idea es la siguiente: la fuerza de este razonamiento defensivo, infantil y natural concerniente al discernimiento del bien y el mal. (los anteriores adjetivos no tienen ningún sentido peyorativo: únicamente tratan de explicar un tema).


Las personas tienden a razonar los actos con juicios. Esto es algo no razonado porque, según entiendo, según formulo esta explicación, juzgar es sentir. Este punto es importante: el juzgar algo, decir si estás de acuerdo o no, se basa en las propias experiencias, en lo que te ha herido, en lo que te ha sido útil, en lo que te a causado placer, en lo que podrías sentir en determinada situación, etc. Me explico con dos ejemplos: Cuando alguien es robado, aquel se siente atacado, siente que quiere eso y ya no lo tiene lo que piensa es: "Me han robado, eso no debería pasar, quien me robó es malo, debería haber una punición para tal persona, etc.". Se hace toda una ley a partir de la propia experiencia, sin entender el acto en sí, siendo dominado por los sentimientos al perder algo y no por verdaderas razones, sino, sentimientos de furia, sentimientos de dolor, de necesidad de protección, etc. Otro ejemplo es el considerar a una persona como buena a la luz de sus actos: una persona solidaria es alguien que ayuda a otro, al propósito del otro: que alguien te ayude a lograr algo para ti es algo reconfortante, que te puede hacer sentir feliz, estable. Si alguna vez alguien a sentido eso lo encontrará placentero y será considerado de bueno. Estos son simples ejemplos del juicio pero en realidad va más allá de ser sentimientos pensados: es la raíz de los conflictos.


El estar de acuerdo o el estar en desacuerdo son juicios sobre una forma de ver la vida, sobre un pensar: es decir, según tu criterio, si esto que dice el otro debería ser o no. Es una censura, es una puerta cerrada a un posible universo, o un ennoblecimiento de una postura que va de acuerdo con la tuya, aquella que has creado de acuerdoa tus experiencias de dolor o de goce. Más aún, la tolerancia se muestra como una manera de cohexistir pacíficamente entre ideologías, pero no es más que la reafirmación de estar de acuerdo o no, que da paso a una incomprensión del otro, un ánimo a pensar que yo estoy correcto y esta es mi verdad, tal vez modificable, pero verdad al fin y al cabo. En sí, esos pensamientos no cohabitan, sino es que se discuten y se piensan para hacer una única forma de pensar con el estandarte de "algo hay que hacer con esta situación, por eso esto es lo correcto". Tampoco apunto por un pensamiento de que todo es verdad, apunto por el pensamiento que existe una gran posibilidad de que estemos equivocados, y esto pensamos. Y he allí el punto, no existe ánimos de juzgar los pensamientos, sólo de entenderlos, de saber qué es lo que piensa el otro.

Imaginemos los conflictos de medio oriente: las personas luchan por su religión, la misma religión te dice que lo que está establecido es lo verdadero, lo correcto y que los demás están errados. Este pensamiento crea más de lo que ellos supuestamente no quieren: inestabilidad y muerte. No hay ningún establecimiento de ideología, ningún avance, sólo destrucción y odio. El pensamiento continuo es de supervivencia, no hay desarrollo en un país tan inestable.

Ahora pensemos que Dios existe y que lo que dice la biblia cristiana es verdadero. Otra persona nos dice que no es cierto, que está en desacuerdo y que nos lo puede probar. Entonces lista, por ejemplo, a los personajes de otras religiones que se parecen a Jesús y argumenta, también, el enriquecimiento de El Vaticano. Entonces yo argumento que eso no es verdad y que en realidad es una malinterpretación de los manuscritos de otras culturas, además digo que El Vaticano no gana tanto como se piensa y que una empresa mediana de EE.UU. gana mucho más que ellos. Y los dos llegan a un punto inconciliable de desacuerdo en el cual dicen: está bien, no estoy de acuerdo, pero tolero tu pensamiento. Pregunto: ¿No hubiera sido más enriquecedor y más próximo a la verdad el hacer, con lo que piensan, una genealogía y un análisis del tema en sí? ¿Por qué sólo hicieron una comptencia de saber quién tiene la razón, de probar que yo tengo la verdad y por eso he ganado? Y eso nos lleva al siguiente punto: la competencia.

La competencia es un estado de intranquilidad, de supuesto incentivo para mejorar a partir de querer ganar. No existe un gusto en sí de mejorar o de hacer algo más eficiente o de llegar a un punto: sólo existe el interés propio y el pensamiento repetido mil veces en la cabeza de querer ganar. No hay una verdadera motivación de querer descubrir algo o explicar qué es lo que pasa, sino un pensamiento de querer ganar o, tal vez, de no perder.

Y, esta competencia se relaciona mucho con el razonamiento de definición del bien y el mal porque es una relación entendida como el perder o ganar cuando hay una herida emocional, es un sentimiento muy arraigado, aunque también aprendido, de tomar las cosas personalmente y pelear o refugiarse, crear barreras cuando se es herido. El juicio de los actos de otra persona es también una herida emocional, es una desaprobación o ennoblecimiento de los demás, creando en la persona juzgada un dolor al rechazo o un sentimiento de felicidad al ser aprobado, incluido.El dolor, los sentimientos encontrados y las reacciones inmediatas nublan el razocinio y crean juicios para no sentir dolor o para sentir más placer.

viernes, 6 de marzo de 2009

monnaie

Me ha movido la mente, hace poco, el pensamiento que yo ya había pensado pero tomado como banal: plantear una alternativa al sistema monetario. Es cierto, Jacque Fresco, que todos estos sistemas han tenido siempre la misma base, ya sea comunismo, capitalismo, socialismo, anarquismo, etc. Pensaba, hace un tiempo, que como tesis para finalizar mi carrera, el plantear un cambio al sistema económico monetario. Pero creo que es más importante que eso, mucho más importante.



Hoy no tengo nada qué hacer, entonces comenzé a ver, por 5ta vez, creo, el video the corporation y tuve una epifanía fantástica de comprensión de este sistema. Está bien, exagero, pero de todos modos. Comenzemos por el hecho de que la moneda es un invento humano, un invento que es formado para el intercambio de productos, una medida. Esto comienza con una base de juzgar, por vista propia, qué vale más y qué vale menos. También si tienes mucho de algo que vale poco, es como si tuvieras una cosa que vale mucho. Entonces, si tienes mucho dinero puedes tener más cosas o una o dos cosas de un valor alto, o tal vez muchas cosas de bajo valor y una de mucho valor, etc. Allí, justo allí, nace las ganas de quere ganar más, lo llamaré greed porque es una palabra exacta y porque codicia suena al antiguo testamento. Ergo, el greed nace como un gusto por algo, un gusto que al tener mucho de eso, da poder... cambia de greed a gusto por el poder, ansias de poder. No siempre pasa esto, claro está, pero hay varios casos en los cuales ha pasado, ya sea por una corporación o por un banco. No solamente desata esto pero también envidia de los que tienen menos y oposición de poseedores y no poseedores. Más aún, se genera una posibilidad de acumulación y una defensa de la misma por el argumento de incentivo. Está última es muy importante porque es el principal argumento para que el sistema monetario perdure y no sea suplantado: ¿Quién va a querer hacer algo si no le dan algo a cambio? Y es cierto, estoy seguro que no existe altruismo, que no existe acción desinteresada porque algo siempre vas a ganar, si no, no lo haces, al menos que seas obligado a hacerlo.



El segundo punto es que todo mundo habla de dinero, y todos creemos saber de economía. Este punto es importante: ellos gustan del dinero y lo investigan y piensan mucho en él, y recuerden que ganar dinero es igual a ganar poder. Asumiré que los lectores saben lo que es inflación, y sobre todo que no es la alza de precios si no la alza de dinero circulante que devalúa el valor de la moneda. Pero... ¿quién la produce? el estado.... ¿y por qué? la verdadera razón es para dar más dinero que no existe a las personas que ya mucho dinero tienen, lo dan en forma de préstamos, pero, lo hacen porque hay demanda de préstamos y en vez de prestar del dinero que ya hay como todos pensarían (me refiero a que se cree que el banco presta dinero que ellos ya tienen sólo para ganar el interés) lo que hacen es crear dinero que no existe porque nadie sabe que no existe aumentando así el dinero circulante, y todo ese nuevo dinero es suyo, aparte del interés que no existe sino que esperan que sea abonado por quienes pidieron el préstamo. Eso lo hacen los bancos más grandes, de los que se cree que tienen recursos inmensos e infinitos y que son quienes prestan de su dinero. Pero... ¿Ven el punto?



Las personas crean una moneda para el intercambio. Otras personas, las realmente interesadas en el dinero, crean más monedas para sí mismas, haciéndolo hasta el infinito para tener más y más dinero. Las personas que crearon, inicialmente, el dinero para un intercambio no tienen más ese propósito. Y crean cada vez más y más dinero haciendo que la brecha entre personas que tienen mucho de ese mismo invento y de los que tienen menos cada vez sea más grande. Esta forma de organización genera de lo que todos se quejan: pobreza, poder, conflictos ideológicos, necesidades insatisfechas, necesidad de más dinero, colapso económico, crisis ambiental, etc. Por consecuente... ¿Creamos un mundo del cual quejarnos siempre?

Los conflictos nacen del no ponerse de acuerdo o estar de acuerdo, del juzgar lo que alguien piensa, del querer competir con el otro. Si buscamos una sociedad que sea siempre no pacífica, que siempre esté desequilibrada y sin estar tranquilos entonces hemos conseguido lo que queremos. Pero si, por el contario, queremos una sociedad tranquila y estable este sistema crea más de lo que no queremos, nos encierra en un círculo de infinito conflicto y sufrimiento.

¿Qué es lo que quieres?

sábado, 4 de octubre de 2008

De liberarme a necesitarte

Hace un tiempo tuve una conversación poco convencional con un amigo. El razonamiento empleado fue medio determinado, pero llegaba a una propuesta, ampliamente debatible, al final de una discusión. El tema era la libertad y si puede ser alcanzada o no. Sobre la misma llegamos a conclusiones que se desmentían unas a otras conforme avanza la conversación.


1.Para ser libres tenemos que privar de libertades a otros

Si la libertad es no tener restricciones significa que podríamos hacer lo que querramos con el otro. Mi amigo argumenta: "tu libertad técnicamente acaba cuando comienza la del otro, pero de esa forma, deja de ser 'libertad' porque no eres libre del todo". Luego, él mismo, sugiere, no seguro de usar la palabra correcta, que existen privilegiados quienes pueden privar de libertades a otros. Yo propongo, entonces, que el ser privilegiados el poder quitarle libertad a otro se hace para generar algo en nosotros que es constante. Este algo puede ser el mismo poder, el capital, ser libre de trabajar, etc. Pero... ¿Acaso esto no los vuelve esclavos de la búsqueda de ese algo? Eso nos lleva al siguiente punto.


2.Algo que te ata: las necesidades en sí.

Suena medio determinante, ¿no es así? Sólo déjenme recordarles que lo acá planteado es ampliamente debatible: 0% absoluto. Entonces, continuando, podemos ver a los "oprimidos" por el privilegiado como personas necesitadas de un guía. Ahora bien, delimitamos dos puntos causales en este pensamiento: ocurre por costumbre o necesidad. Me explico: abordamos el tema por la posibilidad que el ver, tal vez en los momentos más tempranos de nuestra vida, a nuestros padres como guías es una costumbre, una necesidad o, tal vez, algo innato en el ser humano. En segundo lugar, la costumbre de jerarquizar la mayoría de intituciones y organizaciones humanas para "hacerlas más eficientes". En tercer lugar, la necesidad de un guía al ya no tener a los padres: "...cuando nuestros padres dejan de guiarnos, desesperadamente, buscamos otro guía (sea un lider político, un amigo al cual seguimos, una pareja,etc.: siempre estamos en busca de alguien o algo en qué apoyarnos que puede ser incluso drogas o alcohol, algo que nos guíe..."





Ahora, este análisis ha sido desarrollado a partir de la vista del quien necesita a alguien, pero esto también se da para quien brinda la protección: este puede tener a otra persona en quien depender o co-depender o con quien proteje se forma una reciprocidad de dependencia. Esto, me parece, no es visto como una dependencia, sino como algo noble y necesario. Este estado simbiótico es negado por el ser para no enfrentar el hecho de lo peligroso que es quedarse sin el mismo: le llama amar demasiado. Y es que la debilidad del ser y su necesidad de cariño y protección van más allá de la racionalidad para dar paso a la no angustia, la pasividad y el sentimiento de no tener miedo. Tal vez, la búsqueda de despertar en el otro compasión y deseos de protejer es la táctica narural humana para no morir.


-Está imperfecto, pero me gusta.-

-Para usted, amigo-